La nadadora María Delgado reeditó este sábado en la piscina parisina de La Defénse el bronce en los 100 metros espalda S12 que lograra hace ocho años en los Juegos de Río 2016. La zaragozana paró el crono en tercera posición con una marca de 1’11”33, su mejor registro en una final paralímpica.
La española, que tiene discapacidad visual, se clasificó para la lucha por las medallas con el tercer mejor registro, 1’12”35. Aunque comenzó muy fuerte en la final y llegó al viraje en segunda posición, en el tramo definitivo se vio superada por la ucraniana Anna Stetsenko (1’09”43). El título se lo llevó la brasileña María Carolina Gomes, con 1’08”23.
En su llegada a zona mixta, María se rompió de emoción al señalar que “es la leche ganar una medalla ocho años después de las primeras. Han sido ocho años de trabajo, de esfuerzo, de dedicación pura y aquí está”. “Es un regalo porque me he sentido muy cómoda nadando de principio a fin, muy concentrada, sabía cómo quería ejecutarla y para mí ha sido una carrera perfecta”, indicó.
Al margen de las personas que la rodean, Delgado tuvo una especial dedicatoria para su hermano “que se ha pegado esta noche un viaje desde Nueva York solo para verme y regresar mañana”. “Poder estar con mi gente y salir a abrazarles es algo que me hace muy feliz”, concluyó.
Los de París 2024 son los terceros Juegos de la zaragozana, que en Río 2016 logró sendos bronces en 50 metros libre y en 100 espalda. En su segunda cita paralímpica, la de Tokio 2020, fue cuarta en 100 espalda, quinta en 100 libre y sexta en 400 libre.
María Delgado comenzó a practicar natación con 10 años y cinco más tarde, con apenas 15, debutó internacionalmente con la selección española en el Campeonato del Mundo de Montreal (Canadá), donde fue ya despuntó con una cuarta posición.