09/09/2012 - El atleta Alberto Suárez consiguió este domingo la medalla de oro en el maratón de los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 dentro de la categoría de deficientes visuales (T12), en una carrera en la que, además, batió su propio récord del mundo con una marca de 2:24´50".
La prueba comenzó y concluyó en The Mall, en pleno centro londinense, con el mismo recorrido que en los Juegos Olímpicos, y constó con dos circuitos que atravesaron algunos de los lugares más representativos de la ciudad, como el Palacio de Buckingham, las Casas del Parlamento, la Catedral de San Pablo y la Torre de Londres.
Suárez, de 34 años, lideró la carrera en todo momento, aunque no fue hasta el kilómetro 35 cuando empezó a cabalgar en solitario, después de soltar al tunecino Abderrahim Zhiou, al que aventajaba entonces en 36 segundos.
Finalmente, Suárez pulverizó su propio récord del mundo con 2:24´50", 11 segundos menos que la plusmarca que realizó en Carpi (Italia) en octubre del año pasado. Finalmente, el colombiano Elkin Alonso Serna fue segundo, a 1´49", y Zhiou llegó a la meta en la tercera posición, a 2´06" del español.
Alberto Suárez se proclamó campeón del mundo de maratón el año pasado en Christchurch (Nueva Zelanda), donde hizo el récord mundial con 2:28"10, mejorado después en Carpi, y logró la medalla de bronce en los 10.000 metros.
Al concluir la carrera, Suárez señaló, en declaraciones a los periodistas españoles, que medalla de oro y récord del mundo "es la combinación perfecta", en una prueba "muy dura, con giros y cuesta complicadas" en la que pudo "mantener un ritmo constante".
El atleta español, que dedicó la medalla a su hijo Álvaro, que precisamente este domingo cumple tres años, recalcó que "ganar y batir el récord es algo con lo que todo deportista sueña".
Indicó que nunca había competido en Londres, aunque había visto la maratón "muchas veces, incluida la de los Juegos Olímpicos", y explicó que la prueba "no fue tan fácil como pudiera parecer".
"Cuando vi a Zhiou pegado atrás, seguí las instrucciones de mi entrenador de mantener un ritmo constante y pude romper en ´el muro´ (kilómetro 35, en la jerga del maratón) para quedarme solo", concluyó.