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Los mejores resultados de la delegación paralímpica desplazada hasta Guadalajara los consiguieron los andaluces Abel Vázquez, en la categoría de menos de 81 kilos, y David García Orozco, en la de menos de 60, y el madrileño Luis Daniel Gavilán, en la de hasta 66 kilos. Los tres judokas con discapacidad visual lograron auparse a lo más alto del podio.

Además, los deportistas paralímpicos también consiguieron dos medallas de plata. El andaluz Borja Pahissa concluyó en la segunda plaza en la categoría de menos de 60 kilos tras caer en la final ante David García Orozco. Y el madrileño Álvaro Gavilán, por su parte, subió también al segundo cajón del podio en la categoría de hasta 73 kilos.

Finalmente, los deportistas paralímpicos también se llevaron de Guadalajara otras cuatro medallas de bronce. En este caso, los deportistas que finalizaron en la tercera posición fueron la valenciana Mónica Merenciano (menos de 57 kilos), el navarro Iñigo Gérboles (hasta 90 kilos), el gallego Adrián Rodríguez (hasta 73 kilos) y el balear Joan Bagur (menos de 81 kilos).

El judo es uno de los deportes paralímpicos con menos modificaciones respecto a la versión olímpica. Uno de estos cambios consiste en que todos los combates deben comenzar con los dos deportistas agarrados y si en algún momento los judocas se sueltan, el árbitro está obligado a parar el combate para que vuelvan a cogerse.

Además, existen otras alteraciones relativas a la forma de transmitir las señales de los árbitros a los deportistas, ya que no lo pueden hacer por gestos.