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La malagueña Carmen Herrera volverá a centrar todas las miradas en la categoría de menos de 70 kilos. Herrera ha conseguido proclamarse campeona en las tres ediciones en que el judo femenino ha sido deporte paralímpico: Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012. La judoka, que entrena en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, tratará de resarcirse del mal resultado obtenido en el Mundial de 2010, en el que un fuerte golpe en la rodilla le obligó a retirarse durante el primer combate.

También posee tres medallas paralímpicas, en este caso de bronce, la valenciana Mónica Merenciano en menos de 57 kilos. En el Europeo de Hungría 2013 la deportista de Liria consiguió otro bronce, mientras que en el Mundial de 2010 fue tercera en la competición por equipos, en la que España no participará en esta ocasión.

En ese mismo equipo compitió la navarra Laura García (menos de 48 kilos), que regresa a la competición internacional tras recuperarse de una lesión que la ha mantenido alejada de los tatamis desde los Juegos paralímpicos de Londres 2012, en los que terminó séptima.

En la competición masculina, el sevillano Abel Vázquez (menos de 81 kg.) luchará por mejorar el quinto puesto obtenido en el Mundial de 2010 y en los Juegos paralímpicos de 2012. Vázquez es una de las grandes esperanzas del equipo español, ya que en el Europeo de 2013 consiguió el subcampeonato y en el de 2011 fue bronce.

También habrá que prestar atención a los hermanos madrileños Álvaro y Daniel Gavilán, ambos debutantes en un Mundial de judo para personas con discapacidad visual. En el último Europeo, Daniel consiguió la medalla de bronce en la categoría de menos de 66 kilos, mientras que su hermano conquistó la plata en la Copa del Mundo Junior de 2013, en menos de 73 kilos.

El navarro Íñigo Gerboles (menos de 90 kilos), el balear Joan Bagur (hasta 81 kilos) y el sevillano David García Orozco (hasta 60 kilos) también acuden a Colorado con la intención de conseguir su primera medalla en un Campeonato del Mundo.

Acompañan a la expedición el nuevo seleccionador nacional, Alfonso de Diego; los entrenadores Sonia Andonegui y Gabriel Vera; la doctora Lidia Carpio, la fisioterapeuta Amadora Martínez y el jefe de expedición, Juan Damián Matos.

El judo es uno de los deportes paralímpicos con menos modificaciones respecto a la versión olímpica. Uno de estos cambios consiste en que todos los combates deben comenzar con los dos deportistas agarrados y si en algún momento los judocas se sueltan, el árbitro está obligado a parar el combate para que vuelvan a cogerse. Además, existen otras alteraciones relativas a la forma de transmitir las señales de los árbitros a los deportistas, ya que no lo pueden hacer por gestos.