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La carrera de los 50 braza (clase SB3, deportistas con discapacidad física o parálisis cerebral de grado severo a medio) estuvo muy reñida y concluyó con el triunfo del chino Zhipeng Jin (47”54, nuevo récord del mundo), mientras que la plata fue para Luque (49”47) y el bronce para el italiano Efrem Morelli (49”92). A cuatro centésimas del tercer puesto se quedó el japonés Takayuki Suzuki, hasta ahora plusmarquista mundial de esta especialidad.

Después, Luque se acercó a la zona mixta y se puso una pulsera verde de lucha contra el cáncer infantil. Después, manifestó que la carrera fue “muy emocionante” y que “no esperaba hacer este resultado”. “Estoy contento con la prueba que hemos realizado, pero más con el trabajo de todo este año”, indicó, antes de comentar que celebrará este éxito con su familia y sus amigos antes de decidir si continúa nadando hasta Tokio 2020. “En principio, ¿por qué no? Podemos seguir, pero vamos a esperar a disfrutar de esta medalla y después ya decidiremos”, apuntó.

Con este resultado, Luque obtiene su sexta medalla paralímpica, cinco de ellas en los 50 braza (oro en Sidney 2000 y Atenas 2004, plata en Londres 2012 y Río 2016, y bronce en Pekín 2008) y una en el relevo de 4x50 estilos (bronce en Atenas 2004).

De esta forma, España consiguió cinco medallas en el Centro Acuático Olímpico de Río durante la séptima jornada de Juegos Paralímpicos: oro de Óscar Salguero y Michelle Alonso en 100 braza, e Israel Oliver en 100 mariposa; plata de Luque en 50 braza y bronce de María Delgado en 100 espalda.