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Ignacio Ávila, que tiene discapacidad visual, y Joan Font, su piloto, acumulan en su palmarés una medalla de plata en la prueba de fondo en carretera de los Juegos Paralímpicos de Río 2016, más cuatro títulos de campeones del mundo, el último de ellos logrado en el velódromo de Los Ángeles en el mes de marzo. Anteriormente, Ávila había ganado dos medallas paralímpicas más en atletismo, una de plata en la prueba de 4 x 400 metros en Sidney 2000 y otra de bronce en los 1.500 metros en Pekín 2008.

Ávila y Font ven su participación en la prueba como “un nuevo reto”. “Para nosotros es una ilusión correr en la Titan Desert, entre las dunas y los caminos del desierto de Marruecos. Venimos del ciclismo en ruta y en pista y ésta es la primera prueba en la que vamos a participar con un tándem de Mountain Bike”, aclaró Ávila. Joan Font sabe que durante la carrera se encontrarán “con muchas ‘piedras’ en el camino” aunque no duda de que podrán superar todos los obstáculos que se les presenten.

En esta edición los titanes que compitan en la prueba tendrán que superar seis días bajo temperaturas y condiciones extremas y completar etapas de hasta 140 kilómetros y 1.000 metros de desnivel, hasta finalizar los 600 kilómetros que separan el punto de salida de la meta, situada en la localidad marroquí de Maadid.