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La única medalla de oro la logró el madrileño Dani Molina en la categoría PTS3, al concluir los 750 metros de natación, 20 kilómetros en bicicleta y 5 kilómetros de carrera a pie con un tiempo de 1’15’40”. En esa misma categoría, otro español, Kini Carrasco, se llevó la plata (1.27’00”).

El primer medallista paralímpico español de la historia, el almeriense Jairo Ruiz, consiguió otra medalla de plata en la categoría PTS5 para los deportistas con discapacidad física más leve. Ruiz, que ganó el bronce en Río 2016, reeditó la plata continental con un crono de 1.03’48”. Toni Franco acabó noveno (1.18’05”).

Otras de las participantes en Río, la gallega Susana Rodríguez y su guía, Mabel Gallardo, volvieron a proclamarse subcampeonas europeas entre las triatletas con discapacidad visual (1.14’29”). Aunque salieron del agua a sólo un segundo de la británica Melissa Reid, ésta les sacó un minuto en el tramo ciclista que las españolas ya no consiguieron recortar. Entre los hombres, el valenciano Héctor Catalá, que compite con el guía Luis Javier Castellano, cayó una posición con respecto a 2016 y también fue segundo (1.06’35”), mientras que José Luis García y su guía y hermano, Jesús García, acabaron quintos (1.09’00).

Con respecto a los deportistas que compiten en handbike y silla de ruedas, la madrileña Eva Moral también pudo revalidar la medalla de plata del año pasado (1.26’53”), mientras que el castellonense Vicente Arzo terminó séptimo (1.18’48”).

El bronce se lo colgó el salmantino Alejandro Sánchez (clase PTS3), que no pudo conservar el título continental al cruzar la meta en tercera posición, con un tiempo de 1.07’50”. En la clase PTS2 (la de los deportistas con mayor discapacidad que compiten a pie), la bilbaína Rakel Mateo se quedó a las puertas del podio con una meritoria cuarta plaza (1.40’11”), en tanto que el canario Lionel Morales acabó sexto (1.17’32”).