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En esta modalidad paralímpica similar a la petanca y practicada por paralíticos cerebrales severos y grandes discapacitados físicos, España logró cuatro medallas en las pruebas individuales y la quinta en la modalidad de parejas.

En individuales, José Vaquerizo y Francisco Beltrán protagonizaron una final española en la categoría BC1 (correspondiente a paralíticos cerebrales que compiten con asistencia), en la que Vaquerizo se proclamó campeón del mundo y Beltrán se colgó la medalla de plata.

La segunda medalla de plata fue para José María Dueso, discapacitado físico (BC4), mientras que la de bronce se la adjudicó José Javier Curto, en la categoría BC2 (paralíticos cerebrales sin asistencia).

En cuanto a la medalla de bronce por parejas, se la adjudicaron Santiago Pesquera, José Manuel Rodríguez y Yolanda Martín (dos jugadores y un reserva), en la categoría BC3, correspondiente a paralíticos cerebrales gravemente afectados y que compiten con la ayuda de algún material adaptado.

Con estos resultados, España continúa entre la élite de la boccia paralímpica, junto a Portugal y por delante de potencias asiáticas emergentes, como Hong Kong, Corea y China, que han logrados dos medallas cada una en este Mundial de Río.