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El Cubo de Agua de Pekín volvió a llenarse con miles de espectadores para presenciar las evoluciones de los nadadores durante las pruebas de la tarde.
El japonés Takayuki Suzuki se impuso en la prueba de los 50 braza de la clase SB3 (para discapacitados físicos y paralíticos cerebrales medianamente severos) con un tiempo de 49"06; no en vano era el favorito para el oro después de haber batido esta mañana el récord del mundo, con 48"49.
Vicente Gil, que tiene paraplejia por un accidente de tráfico, fue el siguiente nadador en tocar la pared, con 49"91, mientras que Miguel Luque, con artogriposis, llegó más rezagado (52"83).
Ambos nadadores también subieron al podio en esta misma prueba en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004, aunque entonces Luque logró la medalla de oro y Gil, la de plata.
Al acabar la prueba, Gil declaró a la prensa española que "el tiempo era el que quería hacer. Lo que pasa es que no contaba con que el japonés repitiera el que ha hecho esta mañana. Mi tiempo era para ganar el oro, pero, aún así, estoy contento y dentro de cuatro años lo intentaré otra vez".
Mientras, Luque comentó que "estar en Pekín es un reto bastante importante y, aunque esperaba hacer un mejor tiempo, conseguir un bronce en mis terceros Juegos Paralímpicos está bastante bien".
Con estas medallas de Gil y de Luque, España acumula ya un total de 26 metales en los Juegos Paralímpicos de Pekín 2008: 5 de oro, 12 de plata y 9 de bronce.