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Con unas altas temperaturas, Alcaide rodó en un circuito de 24,8 kilómetros próximo a las Tumbas Ming, situadas en el noroeste de Pekín y lugar donde están enterrados 13 emperadores de la dinastía Ming.

El corredor madrileño se quedó a 42 segundos de la medalla de oro, obtenida por su gran rival de siempre, el checo Jiri Jezek, y a 15 segundos del segundo puesto, logrado por el rumano Carol Eduard Novak.

Alcaide declaró después a los periodistas españoles desplazados a Pekín que el circuito "no se adapta tanto a mis características porque yo soy más de ir a ritmo y no con tantas subidas y bajadas".
Aún así, dio "la enhorabuena a los que me han ganado porque tal vez éste es el momento en que mejor me encuentro físicamente y me han batido. No hay que darle más vueltas".

En cualquier caso, Alcaide añadió que "siempre que haces podio te sientes satisfecho, pero cuando vienes de ganar a estos rivales, la medalla de bronce tiene un sabor agridulce".

Roberto Alcaide tiene su pierna izquierda amputada por debajo de la rodilla después de chocar contra un quitamiedos cuando era corredor de la categoría elite (un peldaño por debajo de la categoría profesional) en el equipo de Aguas de Mondáriz y durante la Vuelta Ciclista a Extremadura de 2000.

Desde entonces, se ha labrado una de las mejores carreras deportivas del deporte paralímpico español, con tres medallas paralímpicas (entre ellas, la de hoy), siete mundiales y 10 en campeonatos de Europa.
Además, Alcaide suele competir en carreras ante rivales sin ningún tipo de discapacidad, como integrante del equipo Supermercados Froiz.

El Grupo Siro ha apoyado a Roberto Alcaide, en su camino a los Juegos de Pekín dentro del Programa “Amigo Paralímpico”, puesto en marcha en 2006 gracias a la colaboración del Comité Paralímpico Español, el Consejo Superior de Deportes y la Secretaría de Estado de Servicios Sociales, Familias y Discapacidad.