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El partido se disputado en el North Greenwich Arena de Londres, en cuyo palco de autoridades estuvieron animando a los jugadores españoles la infanta Elena y su hija, Victoria Federica; el embajador de España en el Reino Unido, Federico Trillo; la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y el presidente del Comité Paralímpico Español, Miguel Carballeda.

España dominó el encuentro de principio a fin y cimentó su triunfo en impedir defensivamente que los jugadores más altos de Italia anotaran con felicidad bajo los aros y en un buen trabajo en equipo. De hecho, la diferencia de los españoles se incrementó conforme transcurrían los minutos, con los siguientes marcadores al final de cada cuarto: 19—12, 39—26, 53—34 y 67—40.

Los jugadores entrenados por Óscar Trigo desdibujaron a una selección italiana que fue cuarta en el último Campeonato del Mundo, disputado en Birmingham (Reino Unido) en 2010, y que ganó los Europeos de 2003, 2005 y 2009.

El equipo español logró un 60% de acierto en tiros de campo, por un 29% de los italianos, se impuso en las zonas con 37 rebotes (por 25) y estuvo más certero en la línea de tiros libres, con una efectividad del 72% (50% del combinado rival).

Diego de Paz fue el máximo anotador del partido, con 18 puntos, y, además, capturó 5 rebotes y repartió 5 asistencias. Asier García (12 puntos), Ismael García (10 puntos y 11 rebotes), Alejandro Zarzuela (10 puntos) y Rafael Muiño (10 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias) también destacaron en el equipo español.

El seleccionador español, Óscar Trigo, declaró al concluir el encuentro que se marcó como objetivo “defender muy fuerte para que los hombres interiores de Italia no pudieran entrar dentro de la pintura y lo hemos conseguido”.

“Nos hemos sentido muy fuertes en defensa y hemos corrido muy rápido en transición, creando situaciones de ventaja. A partir de ahí, nuestro acierto ha sido espectacular. La verdad es que todo lo que habíamos trabajado en el guión nos ha saldo”, indicó Trigo, quien reconoció que la victoria fue “más fácil” de lo que esperaba teniendo en cuenta que España llevaba 16 años ausente de unos Juegos Paralímpicos.