29/01/2015 - Todos los deportistas que vayan a participar en los Juegos Paralímpicos de Río 2016 deberán tener su clasificación médico—funcional para la competición confirmada con anterioridad, para evitar de esta manera que se tenga que realizar ningún reconocimiento médico sobre el terreno al inicio de los Juegos.
Así lo anunció el Comité Paralímpico Internacional (IPC), que ha adoptado una política de “cero clasificaciones” durante los Juegos Paralímpicos, algo que ya puso en práctica en la cita de invierno de Sochi 2014 y que espera volver a aplicar en los de verano de Río 2016.
Para conseguir este objetivo, el IPC está trabajando con las Federaciones Internacionales en la puesta en práctica de un programa para que no haya deportistas que necesiten pasar clasificación médico-funcional en los días previos al gran evento paralímpico.
Así, a partir de ahora para que un deportista pueda participar en los Juegos Paralímpicos será imprescindible que tenga una clase deportiva con estatus “confirmado” o “revisable a partir de 2017”.
Todos los deportistas con opciones de competir en los Juegos Paralímpicos de Río que no estén ya en esta situación, tendrán que pasar clasificación en los próximos meses, por lo que el IPC pide que se preste atención al programa de clasificación que presenten las Federaciones Internacionales.
Las clasificaciones médico-funcionales son exclusivas del deporte paralímpico y sirven para establecer qué deportistas pueden participar en sus competiciones y de qué forma se agrupan. Su objetivo es igualar las condiciones de los atletas durante la competición en cada disciplina, de forma que sean sus habilidades y no su discapacidad quienes determinen al vencedor.