El emblema paralímpico representa la pasión por organizar los Juegos que une a todos los brasileños y la transformación en el orgullo de crear una nueva realidad para el progreso.
Se trata de la pasión a través del deporte, en el impulso y el deseo de alcanzar el éxito; la pasión del alma carioca que extiende un cálido y amistoso abrazo en un gesto colectivo que expresa su contagiosa naturaleza colaborativa.
Este emblema transmite también la pasión y la transformación de una ciudad y un país entero, avivadas por la renovación del espíritu olímpico y paralímpico, proyectando Río y Brasil al mundo; así como la pasión y la transformación de nuestro planeta y sus gentes, promoviendo una cultura más sostenible, consciente e interdependiente, como inspiración para el presente y para el futuro.