El atleta español Abderrahman Ait consiguió este domingo la medalla de plata en el maratón de los Juegos Paralímpicos de Londres 2012, dentro de la categoría T46 (discapacitados físicos con afectación de alguna extremidad o falta de ella), al concluir la carrera con una marca de 2:31´04".
La prueba comenzó y concluyó en The Mall, en pleno centro londinense, con el mismo recorrido que en los Juegos Olímpicos, y constó de dos circuitos que atravesaron algunos de los lugares más representativos de la ciudad, como el Palacio de Buckingham, las Casas del Parlamento, la Catedral de San Pablo y la Torre de Londres.
El chino Lei Zhang encabezó la carrera con cierta autoridad hasta el kilómetro 25, cuando aventajaba en unos dos minutos a Ait y al brasileño Tito Sena, dos de los favoritos al triunfo, pero después se desfondó.
Ait pasó a comandar la prueba en el "muro", como los atletas denominan al kilómetro 35, aunque emparejado con Sena, y se descolgó en la última rotonda, a unos 400 metros, para hacer un tiempo final de 2:31"04, a 24 segundos del atleta brasileño. La medalla de bronce fue para el belga Frederic van den Heede, que llegó a la meta a 58 segundos de Sena.
Abderrahman Ait, de 25 años, fue una de las sensaciones españolas en los Juegos Paralímpicos de Pekín 2008, donde logró la medalla de plata en los 1.500 metros y la de bronce en los 800 metros.
Tras proclamarse subcampeón del maratón en Londres, Ait explicó a los periodistas españoles que tres días atrás se encontraba "un poco resfriado", aunque entrenó "muchísimo para este momento".
Indicó que fue "una carrera impresionante por el público y por la organización". "A falta de 400 metros, no sé qué me pasó. Es una lástima que a falta de tan poco haya perdido el oro. Eso duele muchísimo".
No obstante, recalcó que "una plata es una plata" y comentó que ya tiene la mente puesta en el próximo campeonato del mundo y en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016.
Ait apuntó que pasó de ser un especialista en las pruebas de medio fondo a pasarse al maratón "por las lesiones" y dedicó su medalla a sus padres, su entrenador (Domingo López), sus "compañeros de atletismo" y su amigo y también atleta José Castilla.