Los Juegos de Tokio ya demostraron que el deporte paralímpico español en general, y el atletismo en particular, tienen mucho futuro. Y en buena parte es gracias a los proyectos de equipos de promesas que pone en marcha el Comité Paralímpico junto con las federaciones (Federación Española de Deportes para Ciegos, Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física, Federación Española de Deportes para Personas con Discapacidad Intelectual y Federación Española de Deportes de Personas con Parálisis Cerebral y Daño Cerebral Adquirido). Uno de ellos, el Liberty de Atletismo, se concentró recientemente en Bilbao para seguir preparando próximas competiciones nacionales e internacionales y para llevar a cabo una serie de estudios biomecánicos y análisis genéticos y poder incidir en la mejora de estos jóvenes talentos.
Un total de seis de los 10 componentes del equipo se dieron cita en la Universidad Pública del País Vasco (UPV). Winsdom Asisosa, Tania Castillo, Joan Sirera, Elena Latre, Gonzalo Iniesta y Gerard Vivas, bajo la supervisión del responsable técnico, Eugenio Barrios, trabajaron durante varios días en la capital vizcaína, con planes especiales de entrenamiento y, sobre todo, con esas pruebas específicas que buscan la mejora en su rendimiento con vistas a un ilusionante 2022.
Con la inestimable ayuda de Emen4Sport, empresa especializada en el alto rendimiento, los atletas se sometieron a una serie de estudios biomecánicos y genéticos, al mismo tiempo que también recibieron charlas psicológicas en las que les enseñaron técnicas de relajación.
Y todo ello con el objetivo de que los jóvenes, que ahora son promesas y que alguno ya se ha asomado a grandes competiciones, algún día formen parte del Equipo Paralímpico Español y, por qué no, representarnos en unos Juegos. De momento, se están sentando las bases para que así sea.