El atletismo, que hasta hoy sólo había contribuido con dos medallas de bronce, vuelve a dar alegrías al equipo español después de conseguir dos platas en la sexta jornada de los Juegos Paralímpicos de Atenas, que ha concluido con cuatro preseas para la delegación nacional, una de ellas de oro, y con España en el sexto puesto del medallero.el Estadio Olímpico fue el escenario de la consecución de dos medallas de plata para atletas españoles, que, sin embargo, no pudieron colgarse el oro por escasos centímetros o centésimas de segundo.
El primero en proclamarse subcampeón fue Santiago Sanz, en la prueba de 1.500 metros en silla de ruedas (clase T52). El atleta alicantino, profesional desde este año, pasó a comandar la carrera cuando restaban dos vueltas para la conclusión y entró en la última recta como virtual campeón, pero el recordman mundial, el austríaco Thomas Geierspichler, le arrebató la medalla de oro en los metros finales.
Geierspichler, además, batió el récord paralímpico que ayer estableció Sanz y lo dejó en 3’49”06. Pero el corredor español también superó su propia plusmarca personal y la dejó en 3’49”25. La intensidad de la prueba lo atestigua el hecho de que los clasificados entre el segundo y el sexto puesto consiguieron sus mejores marcas personales.
Igual emoción se vivió en el concurso de salto de longitud femenino para deficientes visuales (categoría T12). Rosalía Lázaro, subcampeona Paralímpica de esta disciplina en Atlanta’96 y medalla de oro en Sidney 2000, tuvo que conformarse con la segunda plaza tras un concurso espectacular en el que la ganadora, la bielorrusa Zinkevich, batió dos veces el récord del mundo, y las cuatro primeras clasificadas mejoraron la anterior plusmarca paralímpica en 18 ocasiones.
Zinkevich realizó el mejor concurso de salto de longitud de la historia y en sus seis intentos siempre estuvo por encima del récord paralímpico, en poder de la española Magda Amo con 5’22 metros desde Atlanta’96. La deportista bielorrusa también asaltó la plusmarca mundial de Rosalía Lázaro, fijada el año pasado en 5’64, y se elevó hasta 5’65 y 5’66 metros en dos de sus intentos.
Lázaro terminó en la segunda posición, a pesar de que en cinco de sus saltos superó el anterior récord paralímpico y de realizar una mejor marca de 5’63, a sólo tres centímetros del oro.
En este concurso, las jóvenes hermanas Sara y María Martínez Puntero quedaron más rezagadas y finalizaron en la séptima y en la décima posición, respectivamente.
En la otra final de hoy, la canaria Jessica Castellano logró el diploma paralímpico en el lanzamiento de disco para deficientes visuales, con una mejor marca de 30’35 metros en su primer intento.