El jugador de tenis de mesa Álvaro Valera subió al segundo peldaño del podio de los Juegos Paralímpicos de Río 2016 para recibir la medalla de plata individual de la clase 6 (deportistas con discapacidad severa que juegan de pie), el mismo metal que en Londres 2012.
Valera, sevillano de 33 años, es el actual líder del ranking mundial de la clase 6, con lo que llegó a Río de Janeiro con la aspiración de ampliar su colección de medallas paralímpicas, puesto que consiguió el oro en la categoría open (para todos los palistas que compiten de pie) en Sidney 2000, el bronce individual en Pekín 2008 y las platas individual y por equipos de Londres 2012.
El palista comenzó la jornada derrotando en las semifinales al tailandés Rungroj Thainiyom (tercero del ranking) por 11-3, 11-9, 10-12 y 11-3, con lo que accedió a la lucha por la medalla de oro, como en Londres 2012 y en Sidney 2000.
En el Pabellón 3 de Riocentro, Valera se enfrentó en la final al danés Peter Rosenmeier (segundo del ranking mundial), quien contó con el apoyo de numerosos aficionados en las gradas. El español se impuso en el primer set por 11-5, perdió el segundo por 10-12, ganó el tercero por 11-6 y cayó en los dos últimos por 9-11 y 6-11.
Valera afirmó después del partido que disputó “una final muy reñida” y que “una medalla de plata siempre es un éxito”, aunque aspiraba a lo más alto del podio como en Sidney 2000. “El oro es el oro, pero llegar a casa después de unos Juegos con medallas, sea del color que sea, es un orgullo y un premio a todo el trabajo”, apuntó
El palista sevillano ya asombró cuando tenía 14 años, cuando se proclamó subcampeón individual en el Europeo celebrado en Estocolmo (Suecia) en 1997. Un año después fue campeón del mundo individual en París (Francia). Posteriormente, amplió su palmarés con otras 18 medallas continentales y mundiales.