Los problemas gastrointestinales (flatulencia, diarrea, nauseas, reflujo, hinchazón, dolor abdominal…) afectan a muchos deportistas en su día a día o durante la práctica deportiva, pudiendo influir negativamente en su rendimiento. Estas molestias son más comunes en mujeres que en hombres y aumentan en actividades de más de 2 horas de duración y a intensidades iguales o mayores al 60% del VO2 max.
Las principales causas de la aparición de problemas gastrointestinales durante el ejercicio son la deshidratación, altas temperaturas (25-30°C), elevada humedad (>55%), hiponatremia, elevado consumo de fructosa, elevado consumo previo a la competición de FODMAPS, impacto producido por la carrera o la posición en la bici, entre otros.
Existen otros problemas gastrointestinales que sufren con frecuencia algunos deportistas en su día a día (también no deportistas) y que, aunque no se relacionan directamente con la práctica deportiva, pueden verse agravados durante el entrenamiento o competición. Entre estos trastornos encontramos el SIBO y el aumento de la permeabilidad intestinal, y son en muchos casos, la causa de los síntomas detallados anteriormente y que pueden aparecer durante el ejercicio.
El SIBO (sobrecrecimiento bacteriano) es un trastorno que se produce cuando las bacterias que normalmente se encuentran en el intestino grueso migran hacía el intestino delgado. Esto da lugar a fermentaciones, no propias de esta parte del intestino, que producen diferentes síntomas como hinchazón, distensión y dolor abdominal, flatulencias, eructos, acidez, diarrea o estreñimiento. En los casos más graves puede dar lugar a malabsorción, mala digestión, intolerancias alimentarias o déficits de vitaminas y minerales (vitamina D y hierro).
Aunque a día de hoy no existe consenso acerca de cómo tratar este trastorno, una combinación de antibióticos con cambios en la dieta y probióticos parece lo más recomendado. A nivel nutricional, se recomienda seguir una dieta baja en FODMAPS (carbohidratos de cadena corta que no se absorben completamente a nivel intestinal y llegan al colon dónde son fermentados dando lugar a diferentes síntomas). Estos se encuentran en alimentos como el trigo, centeno, leche, legumbres, miel, frutas (sandía, cerezas, mango) o vegetales (alcachofa, brócoli, cebolla, ajo).
El aumento de la permeabilidad intestinal se produce por una alteración en la mucosa intestinal permitiendo el paso de sustancias y microorganismos al torrente sanguíneo. Está causado principalmente por estrés aunque también se asocia con úlceras intestinales, enfermedad celíaca, enfermedad inflamatoria intestinal, gastritis, intolerancias alimentarias e intestino irritable.
Para tratar este trastorno, es fundamental identificar su causa. Además, es necesario reducir el estrés, hacer ejercicio, beber suficiente líquido, mejorar los hábitos de sueño y mejorar el sistema inmunológico con la ayuda de la alimentación (alimentos ricos en zinc, glutamina, arginina…) y reducir el consumo de productos agresivos para la mucosa intestinal como el café, té, alcohol, refrescos y AINEs.
En el caso de deportistas paralímpicos, las alteraciones en el sistema nervioso (deportistas con lesión medular) aumentan la frecuencia de estos trastornos gastrointestinales. Además, el vaciamiento gástrico en lesionados medulares suele ser más lento lo que puede afectar también a la capacidad de absorción de nutrientes a lo largo del intestino.
Si sueles padecer de estas molestias consulta con un médico especialista para su correcto diagnóstico y con un nutricionista que pueda ayudarte con unas pautas nutricionales adecuadas. Tu salud y rendimiento lo agradecerán.
Belén Rodríguez
Nutricionista deportivo en el Comité Paralímpico Español
Dra. Nutrición
D-N nº col MAD00407
Especialista en Nutrición Deportiva
@tugestordesalud
