Un suplemento nutricional se define como un alimento, componente de alimento, nutriente u otra sustancia que, ingerida de forma complementaria a la dieta habitual, busca una mejora específica en la salud o el rendimiento deportivo. En nutrición deportiva, los suplementos nutricionales forman parte de las ayudas ergogénicas. Y, ¿qué es esto de una ayuda ergogénica?
Una ayuda ergogénica para un deportista será toda técnica o herramienta que le ayude en la mejora de su rendimiento deportivo. Desde ayudas de tipo psicológico (técnicas de relajación, motivación…), mecánicas (ropa transpirable, zapatillas…), farmacológicas o fisiológicas (aclimatación al calor, periodización del entrenamiento…) hasta las nutricionales.
Cabe destacar que dentro de las ayudas orogénicas de tipo nutricional, la manipulación de la dieta y de la hidratación ganan en importancia a la suplementación. De nada servirá tomar un suplemento concreto si la dieta de nuestro deportista es incompleta o no se ajusta a sus necesidades deportivas.
No obstante y concentrándonos en los suplementos nutricionales, objetivo de esta artículo, ¿cómo sabemos si necesitamos un determinado suplemento?
La comunidad científica, y en concreto el Instituto Australiano del Deporte (AIS), recomienda hacerse 3 preguntas antes de empezar a tomar un suplemento:
· ¿Es seguro? El suplemento debe tener un certificado de calidad y pureza.
· ¿Está permitido su uso en el deporte? El suplemento no puede estar incluido en la lista de sustancias prohibidas por la WADA (World Antidpoing Agency).
· ¿Hay evidencia científica de que funciona? Su uso y beneficios deben estar demostrados científicamente.
Hay que tener en cuenta que la industria de los suplementos deportivos es un gran negocio con una gran estrategia de marketing. Si echamos un vistazo al mercado de los suplementos, hay cientos disponibles, sin embargo muy pocos pasan este examen.
¿Cómo puedo saber si un suplemento cumple con estos requisitos y es óptimo para mi?
Responder a las preguntas que el AIS nos propone no es tarea sencilla y requiere de una buena base de conocimiento científico. Por ello lo ideal será consultar a un profesional experto en nutrición deportiva que nos indique las pautas nutricionales, de hidratación y de suplementación a seguir.
El AIS utiliza el sistema ABCD de clasificación de suplementos dividiéndolos en 4 categorías en función de su evidencia científica, seguridad, legalidad, y efectividad a la hora de mejorar el rendimiento deportivo.
GRADO A: productos con alto grado de evidencia científica. Deben usarse bajo estrictos protocolos de uso. Dentro de este grupo se engloban tres categorías:
- Sustancias para el rendimiento: cafeína, beta-alanina, bicarbonato, zumo de remolacha, creatina y glicerol.
- Suplementos médicos: hierro, calcio, otros complementos de vitaminas y minerales (en caso de déficit).
- Alimentos para deportistas: bebidas para deportistas, geles, barritas, proteína whey.
GRADO B: productos que necesitan más investigación pero que comienzan a mostrar resultados positivos.
GRADO C: no se observa beneficio o no hay ninguna investigación al respecto y por lo tanto no se recomienda su uso.
GRADO D: sustancias prohibidas o con alto riesgo de contaminación de sustancias que pueden conducir a un test de dopaje positivo por la WADA.
El nutricionista deportivo, con la ayuda del equipo médico y del entrenador, deberá hacer una valoración completa del deportista (historia clínica, datos de analítica, medicación, periodización del entrenamiento, hábitos dietéticos, objetivos deportivos y de composición corporal) a partir de la cual diseñará el plan de ayudas ergogénicas nutricionales a seguir, priorizando la manipulación de la dieta y de la hidratación e incluyendo cuando sea necesario suplementos con Grado de evidencia A y en algunos casos B.
Belén Rodríguez
Nutricionista deportivo en el Comité Paralímpico Español
Dra. Nutrición
D-N nº col MAD00407
Especialista en Nutrición Deportiva
@tugestordesalud
