El veterano jugador de la selección española de fútbol de ciegos Vicente Aguilar ha mostrado su deseo de que con su participación en los Juegos Paralímpicos de Tokio pueda poner un “broche bonito” a su dilatada carrera en este deporte.
En una entrevista en el primer programa del año de la versión paralímpica de ‘Objetivo Tokio’ en Teledeporte, Aguilar confirmó que su intención es dejar ya la selección tras la cita japonesa de este año, en lo que serían sus terceros Juegos, tras haber participado en los de Atenas 2004 y Pekín 2008.
A sus 50 años sigue siendo una pieza fundamental en la selección española y aunque dice no tener ningún secreto para mantenerse ahí, sí admitió “cuidarse bastante”. “No me puedo comparar con la gente de 25 años, porque ellos recuperan más, tienen más velocidad y fuerza física. Pero yo aporto mi granito de arena, mi experiencia, mi habilidad. Cada uno aportamos lo que tenemos”, comentó.
Aguilar, vendedor de cupones de la ONCE, relató cómo es su día a día en su familia, una pareja de personas ciegas totales con dos hijas. “Nos las apañamos como lo hace la mayoría de la gente: con mucho orden, esfuerzo, ilusión. No hacemos nada que no puedan hacer los demás. Hay cosas que te cuestan más, pero no significa que no las puedas hacer. Eso sí, hay que seguir una disciplina bastante estricta”.
“Por ejemplo”, explicó, “me levanto a las 6 de la mañana, me voy a trabajar, vengo, recojo a una niña, mi mujer recoge a otra, me voy a entrenar… Todo muy organizado, pero no por eso somos más que ninguno, porque esto lo puede hacer y lo hace mucha gente. Sí que requiere esfuerzo y sacrificio. Y lo peor viene cuando me tengo que ir de concentraciones largas, que ahí se lo queda todo mi mujer. Ahí es ella la que tiene mucho valor”.
Tras recordar en el programa algunas anécdotas con compañeros futbolistas ciegos históricos como Antonio Pereña y Agapito Blanco y detallar cómo han ido evolucionando en el tiempo algunas normas del fútbol de ciegos, Aguilar realizó una pequeña denuncia al reclamar que él quitaría la norma que obliga a llevar antifaz opaco a todos los jugadores, incluso a los que está sobradamente demostrado que no tienen ningún resto visual o a los que, como es su caso, tienen prótesis en los ojos.
“La norma que considero que es justa pero que yo quitaría para las personas como yo es el antifaz. Es obligatorio porque hay gente que tiene resto visual y, por muy poquita vista que tengas es una ventaja enorme. Pero que los que somos ciegos totales, además con prótesis, tengamos que llevar parche ocular y encima el antifaz, me parece ridículo y molesto, porque, aunque parezca una tontería, te quita orientación. Todo lo que te oprima un poquito las sienes te hace que la orientación se pierda. Considero que es necesario para la gente que tenga resto, pero todo el que pueda demostrar que no tiene ningún tipo de ventaja visual me parece absurdo y yo lo quitaría. Es una de las cosas que más me ha costado adaptarme”, argumentó el futbolista.
El veterano deportista resaltó también los grandes beneficios que practicar el fútbol proporciona a las personas ciegas después en su vida cotidiana (“agilidad, movilidad, pérdida de miedo al choque o al golpe…”) y, al compararlo con el fútbol de personas sin discapacidad, destacó que aunque el de los ciegos pueda ser de un ritmo y velocidad inferiores, “el sacrificio, la entrega, lo que se sufre y lo que se disfruta son lo mismo. Los sentimientos son los mismos”.