El emblema
El diseño del emblema de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024 parte de la combinación de tres elementos simbólicos vinculados con el deporte y con la tradición francesa:
- La medalla de oro, que es inmutable como la determinación, deslumbrante como el talento y eterna como la victoria.
- La llama olímpica y paralímpica, que une a las personas a través de los valores del deporte, más allá de fronteras, naciones y generaciones, y que arde en los corazones de los mejores deportistas del mundo.
- Marianne, la figura alegórica de una mujer tocada con un gorro frigio que identifica a la República Francesa, cuyo espíritu revela una ambición igualitaria, solidaria y generosa. Es un rostro que sitúa al ser humano en el centro de los Juegos, con el propósito de que todos progresen.
Los tres colores del emblema -blanco, negro y dorado- representan la elegancia y su tipo de letra, potente, refinada y resuelta, toma su estilo del Art Déco y su fuerza del propio deporte. Esta mezcla crea un estilo minimalista y aerodinámico que ofrece fluidez y solidez al combinar la herencia cultural francesa con la excelencia deportiva.
Como los Juegos Olímpicos y Paralímpicos son dos caras de la misma moneda, en 2024 compartirán por primera vez el mismo emblema, simbolizando la búsqueda de la misma visión y la misma ambición para ambos eventos.
La mascota
Las mascotas olímpica y paralímpica de París 2024, llamadas Phryges, son unos coloridos personajes inspirados en el famoso gorro frigio, que es un símbolo de libertad para el pueblo francés.
Los gorros frigios han formado parte de todos los acontecimientos importantes de la historia de Francia. Los Archivos Nacionales del país muestran registros de su uso, por ejemplo, durante la construcción de la catedral de Notre-Dame de París en 1163, durante la Revolución de 1789, durante las obras de construcción de la Torre Eiffel y durante los Juegos de 1924. Esta prenda de vestir es actualmente un símbolo de la República Francesa que se puede ver en su icono nacional, Marianne, representado en bustos en los ayuntamientos de todo el país.
La mascota olímpica es reflexiva y astuta. Como buena estratega, conoce la importancia de medir todos los parámetros para lograr sus objetivos. De mente aguda, es modesta y prefiere ocultar sus emociones. Su hermana paralímpica, en cambio, corre a la velocidad del rayo con su prótesis y los suyo es abrir camino. No tiene miedo, odia aburrirse y le encanta probar cosas nuevas. Da igual la disciplina que practique, en equipo o sola, porque siempre está dispuesta a promover los valores del deporte y animar a los deportistas para celebrar las victorias o superar las derrotas.
El objetivo de ambas es liderar una nueva revolución, esta vez a través del deporte, para incorporarlo a la vida de todas las personas y conseguir mejorar así su salud, su mentalidad y sus relaciones con los demás y con el entorno. ¡Están convencidas de que el deporte puede cambiarlo todo!