El director de Comunicación y Relaciones Externas del Comité Paralímpico Español, Luis Leardy, compareció este viernes ante la Comisión de Cultura y Deporte del Congreso de los Diputados, donde solicitó a todos los partidos políticos “que hagan un esfuerzo de consenso para lograr una buena ley que suponga un gran avance en materia de deporte de personas con discapacidad”.
Según explicó el exnadador paralímpico, la Ley del Deporte de 1990 debe ser actualizada tanto en su contenido, en el que hay muy escasa presencia del deporte de personas con discapacidad, como en su forma, con terminología “claramente en desuso y manifiestamente rechazable”.
Como coordinador del Libro Blanco del Deporte de Personas con Discapacidad en España, Leardy fue desgranando las principales conclusiones a las que llegaron la veintena de expertos que trabajaron en la obra y que deben ser tenidas en cuenta en esta nueva legislación.
El libro apuesta claramente por el deporte como vía para la inclusión de las personas con discapacidad en la sociedad y pone de manifiesto las grandes diferencias en las cifras de práctica deportiva entre este colectivo y la población general, causadas por la falta de accesibilidad universal en las instalaciones, por el elevado coste del material deportivo específico y por la necesidad de personal de apoyo, entre otras cuestiones.
Tras este diagnóstico, Leardy quiso destacar la oportunidad que supone la nueva Ley para avanzar en “la búsqueda de la igualdad de oportunidades y de tratamiento entre los deportistas con y sin discapacidad”. En este sentido, mostró su satisfacción por el hecho de que el texto marque de manera clara que la promoción del deporte practicado por personas con discapacidad es “el segundo gran eje de impulso de las políticas en materia deportiva”.
Otros aspectos positivos del proyecto se refieren a la definición de deporte inclusivo, a la obligatoriedad de que los estatutos de las federaciones deportivas prevean la existencia de una comisión de deporte de personas con discapacidad o al mandato a las distintas autoridades públicas para que las instalaciones deportivas cumplan los estándares de accesibilidad universal.
La integración de todas las personas deportistas en estructuras organizativas comunes, con líneas específicas de subvenciones y otras vías de financiación, es otro gran avance, así como la necesidad de establecer políticas públicas de fomento de la práctica deportiva en las personas con discapacidad.
Para el Comité Paralímpico Español, concluyó, esta futura Ley supone “una nueva oportunidad” para el deporte de personas con discapacidad y por eso “solicitamos el mayor consenso posible para sacarla adelante”.